Yin y yang

Las ordenanzas del PGOU suelen plantear un reto clásico cuya solución no es sencilla: mientras concede a ciertos solares un techo edificable superior al existente, exige a la vez la protección de los inmuebles que sobre ellos se alzan, por encontrarse catalogados. Frente a semejante dilema, el arquitecto al que se encomiende un proyecto sobre alguno de ellos tendrá dos opciones: realizar una ampliación por mímesis, alterando irremediablemente las proporciones del original en un vano intento de pasar desapercibido, o bien operar mediante contraste, mostrando con honestidad la diferencia entre lo viejo y lo nuevo. Ante el encargo de intervenir en Villa Chelo, en Bellavista, el arquitecto Antonio Martínez Aragón optó por la segunda vía con particular audacia, invocando el equilibrio entre opuestos; dualidad que los orientales representan con el símbolo de yin y yang. Blanco y negro, longitudinal y transversal se complementan así en el edificio renovado y su extensión.


Publicado en Diario SUR el 28/02/2021.

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