Mariñel
Lo mío con el barco Mariñel fue un amor a primera vista. Allí estaba, varado frente a la Cofradía de Pescadores de Fuenterrabía. Fue un flechazo. La última bonitera de madera de dicho puerto vasco, una auténtica y airosa belleza.
Quién me iba a decir que, años después, iba a recibir uno de los encargos más gratificantes de mi vida como dibujante: aprovechando los cuidadosos trabajos de restauración que la Arma Plaza Fundazioa llevaba a cabo, se me encomendó estudiar durante varios días sus entresijos, los detalles de su anatomía, su funcionamiento y su historia, que recogí en infinidad de notas y apuntes. Para ello conté con la inestimable ayuda de Gregorio Kampandegi, el último patrón del barco, y de Inaxio Olaziregi, carpintero de ribera y propietario del astillero hondarribitarra encargado de la restauración. Ellos me ayudaron a entender el barco, a aprender la nomenclatura náutica y a saber sobre la vida a bordo de los arrantzales. Para mí quedan las largas y amenas conversaciones sobre la cubierta del Mariñel con estos dos formidables veteranos, sin cuya colaboración el trabajo no habría sido posible.
Mi enorme agradecimiento, pues, a la Fundación Arma Plaza por confiar en mí para esta preciosa labor, muy especialmente a Miren Ayerbe, su coordinadora y ya buena amiga. El fruto inicial del trabajo es el cartel que hoy se ha presentado bajo el mismo tajamar del Mariñel; espero que sea de vuestro agrado. Está disponible en dos versiones, en español y en euskera, y puede conseguirse en el siguiente enlace:
Edita: Fundación Arma Plaza
Dimensiones: 40 x 50 cm
Fuenterrabía / Hondarribia, 2023