Bajo palio
La Puerta del Mar ya no existe. Desapareció en los tiempos de la Revolución Industrial como la mayor parte de la muralla medieval de Málaga, víctima de la piqueta y de unos aires ilustrados que acabaron con la imagen medieval de buena parte de las ciudades europeas. Tan sólo su nombre en el callejero conservó la memoria de lo que fue.
La reforma de este espacio en 1990, como parte del plan de recuperación para el peatón del centro histórico, ofreció la oportunidad de devolverle el carácter simbólico de «puerta de entrada»; para ello, los arquitectos Manuel de Castro y Luis Machuca dispusieron un dosel verde mediante una doble alineación de palmeras washingtonias. Con el tiempo, los ejemplares han alcanzado las cornisas de los edificios colindantes, configurando un pórtico virtual que hace que quienes entran a las intrincadas calles del corazón de la ciudad lo hagan bajo palio.
Publicado en Diario SUR el 31/10/2021.